Sorry, you need to enable JavaScript to visit this website.

Dónde comer en Seattle

Dónde comer en Seattle

Descubre dónde comer en Seattle: ¡en nuestra guía encontrarás los mejores restaurantes donde puedes comer bien en Seattle!
12 Septiembre, 2022

​Desde su posición privilegiada en la costa oeste, Seattle busca inspiración en Asia más que en ningún otro lugar: muchos de los mejores restaurantes de la ciudad sirven comida filipina, japonesa o china. Pero tanto si se trata de comida del sur de Italia como del sur de Estados Unidos, los chefs locales recurren a ingredientes que revelan el frescor del marisco del mar de los Salish, el sorprendente y profundo sabor a bosque de las setas que proliferan gracias a las famosas lluvias de la región y los dulces frutos (literales y figurados) de los largos días de verano. 

La cocina de Seattle (aparte de ciertas peculiaridades locales, como la crema de queso en los perritos calientes) no consiste tanto en platos concretos sino en la forma en que los mejores chefs entrelazan su propia herencia culinaria con la abundancia de sabores del noroeste del Pacífico.

Kamonegi

kamonegi-seattle

Foto cortesía de Kamonegi

Cuando Mutsuko Soma se enteró de que en su estado natal adoptivo crecían enormes cantidades de trigo sarraceno, descubrió su vocación culinaria: estando en Japón, aprendió el arte de la soba. En su restaurante de Fremont, ella y su personal hacen los fideos de trigo sarraceno a mano cada tarde, y después los sirven con la tempura tradicional, utilizando ingredientes locales como setas matsutake, salmón rojo y calabaza kabocha. Combina platos tradicionales, como la soba de pato y puerro que da nombre al restaurante, con creaciones propias, como la crema de gambas en tempura. Sus imaginativas combinan fenomenal con el sake del que sirven en Hannyatou, en un local justo al lado.

Archipelago

archipelago-restaurant-seattle

Foto cortesía de Archipelago

Expresar su herencia filipina a través de ingredientes del noroeste ha obligado al chef Aaron Verzosa a canalizar su formación en alta cocina, su experiencia en Modernist Cuisine y toda su creatividad. A través de un menú degustación a precio fijo en su pequeño mostrador de ocho plazas, él y su esposa Amber Manuguid han tejido un complejo relato de identidad e historia en cada elemento, evocando sabores de su ascendencia isleña compartida a partir de la pasta de gambas fermentada en casa. Las ciruelas verdes añaden el toque ácido que tradicionalmente aporta el tamarindo, y las hojas de cúrcuma sustituyen a las de plátano, ya que la pareja encuentra formas de recrear y reinterpretar los platos tropicales con los que crecieron utilizando exclusivamente alimentos locales.

Sushi Kashiba

sushi-kashiba-seattle

Foto cortesía de Sushi Kashiba

El chef de sushi más famoso de Seattle tiene una cocina con vistas al emblemático mercado de Pike Place. El hombre que trajo el sushi a Seattle hace medio siglo sigue trayendo el mejor pescado de todo el mundo y de toda la región, cortándolo con maestría para los pocos afortunados que se sientan en la barra de sushi. Desde el elegante entorno de la barra de madera clara y los ventanales que dan al estrecho de Puget, Shiro Kashiba ofrece el escenario más adecuado para conocer el geoduck (la almeja gigante favorita del noroeste), las suculentas vieiras o las numerosas variedades de salmón.

Altura

altura-restaurant-seattle

Foto cortesía de Altura 

El chef Nathan Lockwood emplea técnicas italianas e ingredientes del noroeste, pero no siempre de la forma ortodoxa, y en ocasiones opta por añadir trufa negra de Tasmania a sus tortelli de setas, ternera y levístico, o naranja sanguina a sus gambas de hinojo. Las patas de langosta vienen de otra parte, pero el erizo de mar es de proximidad. El consomé, el sorbete y la panna cotta se inspiran en las técnicas tradicionales italianas, pero el caramelo de bourbon del semifrío y la tierra de achicoria que lo rodea no tanto. Aunque Altura comenzó su andadura con opciones a la carta, el menú destaca por la libertad de atender a los deseos individuales, aunque el ambiente y la cocina abierta recuerdan su estilo anterior, ligeramente más informal.

Skalka

skalka-restaurant-seattle

Foto cortesía de Skalka

Un mago de la pastelería rusa, un chef georgiano y un inteligente restaurador se han unido en este soleado café del centro. Mientras los altísimos pasteles de miel y las barquitas de pan rebosantes de queso, huevos y mantequilla atraen las miradas, la sabrosa salsa de nueces, el delicioso refresco de estragón verde y la sencilla ensalada hacen que merezca la pena visitarlo por algo más que por Instagram. El servicio de café y té de la mañana da paso a un menú de khachapuri con queso, rellenos de stroganoff, setas y más, así como a las grandes bolas de masa hervida khinkali, mientras que la pizarra de postres de manzana aprovecha la preciada cosecha de frutas de Washington

Pasta Casalinga

pasta-casalinga-restaurant-seattle

Foto cortesía de Pasta Casalinga

En un rincón del mercado de Pike Place, lejos de las multitudes que acuden a los mostradores de pescado, Michela Tartaglia prepara la pasta casera con la que creció en su casa de Turín (Italia). Pero en lugar de las aceitunas que recogía en la granja de su abuela, donde pasaba los veranos, adereza su cambiante menú de platos con verduras, carnes y mariscos locales procedentes de otros vendedores del mercado o directamente de los productores. El breve menú combina pasta con productos “del mar”, como pescado de roca y col rizada con ziti, "de la granja", como gnochetti con salchicha de cerdo, y "del jardín", como fusilli con puré de calabaza y queso ahumado, además de pasta al horno, como una lasaña. 

Xi’an Noodles

xi'an-noodles-restaurant-seattle

Foto cortesía de Xi'an Noodles Seattle

Tras haber encontrado el éxito en la fuerza de los tiernos y picantes fideos hechos a mano y las grandes explosiones de sabor chino occidental que los acompañan, la propietaria Lily Wu duplicó la oferta, añadiendo un local en el Westlake Center del centro de la ciudad y remodelando el gran local del distrito universitario para atender a legiones de fans. Los fideos hechos a mano de Wu, que se preparan golpeándolos contra el mostrador, son suaves como la seda, con bordes ondulados, y proporcionan la textura justa para llevar la salsa de aceite caliente directamente del cuenco a la boca. Aunque los fideos son la estrella del espectáculo, los entrantes, como las chuletas de cordero al comino picante y la ensalada de cordero, también merecen un lugar en la mesa.

Café Munir

cafe-munir-seattle

Foto cortesía de Cafe Munir

Escondido en un rincón lejano de Ballard, el tranquilo encanto de este café libanés evoca una discreta elegancia. El menú también presenta mezze, impecablemente preparados y centrados en las verduras, de forma apacible y humilde. Muchos comensales se sobresaltan felizmente con el primer sorbo del whisky de la semana del propietario, de su extensa colección, o con el chisporroteo del cordero y los piñones en la mantequilla cuando llegan sobre un cremoso cuenco de humus. Las judías verdes en salsa de tomate, las peras locales en tahini y la calabaza asada con cebollas caramelizadas crujientes van rotando según las estaciones, mientras que las brochetas de carne (incluido el pollo sutilmente especiado con cebollas de zumaque y una fragante y suave salsa de ajo batido) se mantienen firmes como platos principales.

Junebaby

junebaby-restaurant-seattle

Foto cortesía de Junebaby

Este segundo restaurante supone un paso adelante para el sureño Edouardo Jordan. Aunque su formación en lugares como The French Laundry le llevó a abrir primero Salare, donde fusiona comida italiana y del Noroeste, en Junebaby ofrece la expresión más pura de su talento culinario: perfeccionar las versiones de alta cocina de sus platos caseros favoritos, como el rabo de buey de su madre, los cacahuetes hervidos y el bagre frito. El rabo de buey de mamá Jordan va acompañado de setas silvestres locales, el quimbombó carbonizado con una vinagreta de sorgo y chile, y las galletas saladas hechas en casa sustituyen al queso de pimiento, pero las brillantes ejecuciones de Jordan no necesitan ingredientes extravagantes, como demuestra su guiso de buche de cerdo y chitlin. El servicio cálido al estilo sureño en un espacio informal, sin reservas, hacen de este local un lugar tan sencillo y acogedor como la amplia sonrisa de Jordan.

Canlis

Canlis, el emblemático restaurante familiar de alta cocina situado en el barrio Queen Anne de Seattle, lleva dando la nota desde 1950. Los hermanos Brian y Mark Canalis están al frente y no tienen miedo de hacer las cosas de forma diferente, marcando el paso en lo que respecta al bienestar del personal, además de ser de los primeros en reinventarse con giros creativos cuando la pandemia empezó.

La chef Aisha Ibrahim, antigua ayudante de cocina del restaurante californiano Manresa, con tres estrellas Michelin, dirige la cocina centrándose en el marisco, la fermentación y sabores sorprendentes. El menú de cuatro platos incluye platos como zuriat de berenjena, trigo sarraceno, miso y ajo, y wagyu raspado, emulsión de ostras y polvo de ogo.