El mundo de las frutas es amplio y variado. Existen de todas las formas, tamaños y colores. Entre los diferentes tipos de frutas que podemos encontrar, las frutas tropicales y exóticas se destacan especialmente, no sólo por sus sabores sino porque también son difíciles de conseguir. Una de las más conocidas es la piña tropical o piña americana. Aquí os vamos a contar un poco más sobre esta riquísima fruta tropical y sus beneficios para la salud.
El origen de la piña

La piña es una de las frutas tropicales más conocidas. Pertenece a la familia de las Bromeliáceas, y en muchos lugares también es famosa por la derivación de su nombre científico, Ananas Comosus: ananá.
La piña se ha cultivado durante cientos de años en América del Sur. Varios países se disputan el origen propiamente dicho, entre los que se destacan Brasil, Paraguay y Argentina. Lo cierto es que más allá del lugar donde específicamente se cultivó por primera vez, la piña se ha extendido ampliamente por la zona del Amazonas, y es desde allí que llega a los mercados europeos y asiáticos.
Los pobladores indígenas de la región la llamaban Ananas, cuyo significado es fruta excelente. En aquella época, cuando los colonizadores europeos comenzaron a llevar ejemplares de esta fruta a sus lugares de origen, la piña se transformó en símbolo de status, al ser una fruta que sólo las personas ricas podían acceder. Es por ello que también la piña era considerada un elemento decorativo, especialmente por su particular forma y la corona que posee. Si bien actualmente el ananá se ha popularizado y se consume en diferentes países del mundo, sus especiales características hacen que aún sea una fruta muy particular.
Propiedades de la piña
Además de su riquísimo sabor y frescura, la piña es una fruta que posee excelentes propiedades para nuestro organismo. Es rica en vitaminas C, B1, B9 y E, contiene minerales tales como el potasio, magnesio, yodo y cobre, y además aporta una enzima, la bromelina, que es muy buena para el metabolismo de alimentos y el funcionamiento del sistema digestivo. La piña también es rica en fibras, y por la cantidad de líquido que aporta, es una fruta diurética, desintoxicante y anti inflamatoria.
Entre sus principales propiedades nutricionales, se destaca su cualidad anticoagulante, además de ser un buen complemento para prevenir embolias e infartos. La piña también es una fruta perfecta para incorporar en dietas para bajar de peso, así como para quienes tienen problemas de hipertensión, colesterol o anemia. Ayuda a reforzar nuestro sistema inmunológico así como a la formación de los glóbulos rojos y blancos, que construyen las defensas de nuestro organismo.
Beneficios de la piña para la salud

Además de las propiedades nutricionales ya mencionadas, la piña posee también otros beneficios para la salud. No sólo es una fruta ideal para los procesos de digestión, sino que también es antidiarreica y depurativa, ya que inhibe el crecimiento de microbios intestinales y ayuda a la circulación del hígado.
La piña es también muy buena para los músculos o para dificultades reumáticas, gracias a sus propiedades desinflamatorias. Es ampliamente recomendada en casos de resfriados, catarros o sinusitis, porque ayuda a reducir la mucosidad y además por su alto contenido de vitamina C. Y otro de los beneficios que se puede resaltar de esta fruta tiene que ver con el cuidado de la piel, ya que colabora con la sanación de úlceras o quemaduras.
Una receta sencilla: brochetas de piña a la parrilla

La piña es una fruta que puede consumirse al natural, como cualquier fruta. Simplemente hay que pelarla y trocearla. También es posible conseguirla envasada en almíbar o congelada.
Pero aquí os vamos a presentar una forma distinta y original de preparar la piña. Se trata de una receta para cocinar brochetas de piña a la parrilla, para la cual sólo precisais una piña y algunos condimentos extra, como mantequilla, canela, clavo de olor, limón, entre otros. Lo primero que hay que hacer es pelar y trocear la fruta en rodajas y gajos, y luego insertarla en brochetas de madera. Antes de llevarlas a la parrilla, se unta cada brocheta con mantequilla derretida, jugo de limón y las especias. La cocción es rápida, ya que sólo hay que dorarlas un poco, y la piña asada estará lista para disfrutar.
Cómo conservar una piña
Para conservar la piña de manera adecuada existen diferentes opciones, que también varían según cómo queramos consumir la fruta. Lo primero que hay que tener en cuenta es que la piña corta su proceso de maduración una vez que fue recolectada, por lo tanto no es necesario que se consuma de manera inmediata. Sin embargo, para mantenerla fresca lo mejor es conservarla refrigerada, si se desea comerla dentro de los días siguientes. Un buen consejo es rociarla con apenas un poco de zumo de naranja o limón, para evitar que se oxide y tome un color amarronado.
Otra posibilidad es congelarla. Para ello, es fundamental primero pelarla y cortarla en trozos, y luego llevarla a congelar, de manera tal que sea más fácil consumirla al ser descongelada. Es recomendable también almacenarla en bolsas de plástico aptas para el freezer, cuidando que no quede aire dentro de ellas.
Por último, la piña también se puede deshidratar para que se conserve durante mucho tiempo. Este proceso implica cocinar trozos o rodajas de piña en un horno a no más de 80ºC, para acelerar el proceso de secado. Si bien la cocción hay que hacerla por unas 8 horas, es importante ir volteando los trozos de piña una vez por hora, así como rotar la bandeja cada tanto, para que el secado sea lo más parejo posible. Una vez que la piña esté lista, se la deja enfriar y se la almacena en bolsas o tarros herméticos.